Cuando triunfó el movimiento constitucionalista se acentuaron las diferencias que ya se habían manifestado entre sus principales jefes. En la convención de Aguascalientes, celebrada entre el 10 y el 31 de octubre de 1914, se consumó la escisión de los vencedores en dos facciones principales, una fiel a Carranza y la otra encabezada por Francisco Villa. Por su parte, Emiliano Zapata continuaba la lucha agrarista en el estado de Morelos, y aunque no participó oficialmente en la convención, sus delegados lograron que se aceptara el Plan de Ayala entre los principios de la revolución triunfante. Villa y Zapata pugnaban por una reforma agraria inmediata y completa, mientras que Carranza y su grupo no deseaban reformas sociales radicales. De la ruptura entre los triunfadores surgió una enconada lucha entre los convencionistas, como se llamaba también a los villistas, y los carrancistas, cuyo jefe militar era el general Álvaro Obregón. Ambos grupos contendieron en diversas partes del país hasta la completa derrota de los villistas, en diciembre de 1915.
Aguascalientes fue escogida en octubre de 1914 como sede para la realización de la Convención Revolucionaria, con el claro propósito de tratar de evitar la escisión entre las facciones, decidir quién gobernaría el país y en qué forma, así como acordar la elaboración de un programa de gobierno.
La Convención fue ante todo un intento de negociación política entre las facciones revolucionarias, una disputa por el poder, un tratar de imponer su hegemonía, una lucha por el Estado. Fue el escenario institucional en donde midieron sus respectivas fuerzas políticas e ideológicas las principales corrientes revolucionarias en pugna que habían conformado la coalición antihuertista.
1 La Convención fue una asamblea nacional de discusión que precedió al enfrentamiento militar interrevolucionario. Acudieron a ella las distintas facciones con el objeto de presentarse, identificarse, reconocerse y ponerse a prueba. En ese encuentro también hubo desencuentros; más que confluencia hubo confrontación de posiciones, vertientes y proyectos políticos así como enfrentamiento de tendencias ideológicas. Estoy de acuerdo con Enrique Florescano, quien afirma que en 1914 las diversas fuerzas políticas que se habían desarrollado en escenarios apartados, se reconocieron en la Convención de Aguascalientes, se confrontaron los jefes y representantes de los principales grupos revolucionarios del país que animados por pulsiones diversas pusieron a discusión sus personalidades, ideas y programas.
La Convención fue ante todo un intento de negociación política entre las facciones revolucionarias, una disputa por el poder, un tratar de imponer su hegemonía, una lucha por el Estado. Fue el escenario institucional en donde midieron sus respectivas fuerzas políticas e ideológicas las principales corrientes revolucionarias en pugna que habían conformado la coalición antihuertista.
1 La Convención fue una asamblea nacional de discusión que precedió al enfrentamiento militar interrevolucionario. Acudieron a ella las distintas facciones con el objeto de presentarse, identificarse, reconocerse y ponerse a prueba. En ese encuentro también hubo desencuentros; más que confluencia hubo confrontación de posiciones, vertientes y proyectos políticos así como enfrentamiento de tendencias ideológicas. Estoy de acuerdo con Enrique Florescano, quien afirma que en 1914 las diversas fuerzas políticas que se habían desarrollado en escenarios apartados, se reconocieron en la Convención de Aguascalientes, se confrontaron los jefes y representantes de los principales grupos revolucionarios del país que animados por pulsiones diversas pusieron a discusión sus personalidades, ideas y programas.
La guerra civil de 1915 que enfrento a los apartidarios de Venustiano Carranza, o constitucionalistas contra los de Francisco Villa y Emiliano Zapata llamados convensionistas fue la etapa mas violenta de la Revolución Mexicana.
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